domingo, 10 de noviembre de 2019

¡¡CAMINANTE, NO HAY CAMINO, SE HACE CAMINO AL ANDAR!!


Algunos ya me conocen, porque he contado que hace pocos meses me instale definitivamente en Capilla del Monte.
Pero no les dije que vine varias veces.
La primera vez, en familia completa, de vacaciones y había terminado mi curso
de Reikista. Y cómo la mayoría, me sentía pura energía. Hasta me hice la foto Kirlian
y lo que salió alimento mi Ego.
Ahora entiendo y veo las cosas con más claridad, si estoy de vacaciones, tengo buena energía, y soy lo que irradio, algo parecido a la felicidad.
Mi segunda vez, vine sola. Escapando de Buenos aires. Una ciudad contaminante y estresante. Pero no tenía demasiadas expectativas ni ambiciones. Aún no sabía que quería
Solo necesitaba estar en paz.
Y ahora es la tercera ya en forma permanente.
Me instale en el Hostel El malecón, para buscar casa. Ya de Bs.As. estaba buscando y conectándome con las inmobiliarias.
En el Hostel aprendí muchas cosas, que los jóvenes están más abiertos a el arte de amar las cosas sencillas, que de tan sencillas se convierten en grandes cosas.
Quería una casa con jardín. Lejos de la Techada. Sin desmerecerla porque jamás vi a una confitería como la City, con un hogar encendido en invierno, es el lugar que frecuento cuando voy a pagar cuentas o retirar dinero.
Cuando la encontré, me encantó, pero aún no sabía por qué.
Más allá de que nunca tuve casa propia, en cada una que he vivido, la hice mía. Siempre dejo parte de mi, donde quiera que vaya.
Solo traje mis valijas con ropa, después fueron llegando mis cosas y las de Martin mi hijo.
El primer día que limpie, puse atención sobre todo el piso, todas las baldosas son dibujos de MANDALAS, el mantel es de dibujos de mandalas. Es muy común aquí, esos manteles.
Pero descubrí que esta casa tenía un propósito.
Primero tenía lo quería un jardín. Luego en el living hay una escalera caracol que lleva a un cuarto donde tiene tres ventas, dos camas, y se ve des esas camitas el Uritorco, la otra ventana las gemelas, y la otra la entrada del sol.
Se puede decir que soy muy afortunada y que de verdad este hogar tiene un propósito.
Aún no lo descubro.
Soy maestra de Reiki, pero todos somos maestros y todos somos alumnos.
Soy Psicóloga Social, pero eso me ayudó para entender mis zonas erróneas, es el título de un libro, pero es así.
Naturalmente que estudie otras cosas, pero hacer la escuela de Pichón Riviere me enseño un nosotros, un saber mirar al otro, el otro es mi prójimo.( amigo/a hijos parientes.
Resulta que todos aquí sabemos que nada es casual, encontré esta maravillosa página, que sí tiene claro su propósito. El de acercarnos los que vinimos a Capilla dejando atrás la incomodidad de un mundo hostil
Nunca se me dio por subir el Uritorko
Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma.
Lo que quiero decir es que la montaña es una gran metáfora
En el Alquimista, Coelho cuenta la historia de un pastor que vivía en España y tenía un sueño recurrente, cruzaba el charco para llegar las pirámides de Egipto donde encontraría un gran tesoro. Así lo hizo, y descubrió allí mismo que el tesoro estaba allá, detrás de la iglesia, donde el llevaba a sus ovejas.
A veces es necesario atravesar el desierto para despertar.
Así lo hizo Jesús, estuvo 42 días para entender que todos tenemos un gran poder en nuestro interior, solo tenemos que buscarlo.
Todos podemos, si creemos. Creer es crear tu propia realidad.
Pero hay que lanzarse a la vida y caminarla
CAMINANTE, NO HAY CAMINO. SE HACE CAMINO AL ANDAR.
Espero que les haya gustado como a mi. Abrazos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario