¡¡DONDE CANTAN LOS PAJAROS

¡¡BUSCANDO LÁMPARAS!!

 

             ¡¡CUPIDO !!

 

La tarde de un verano que transido,
descubre tu mirada delincuente,
me acecha, me provoca persistente,
un beso que envenena transgredido.

Entonces fue la flecha de Cupido,
capricho de su flecha irreverente,
cumplió con el amor el más ardiente.
Vulcano de mi lado suspendido.

Perdida y sin remedio en esta tarde
y en medio terrenal, voraz conjuro,
es este fuego lento lo que me arde.

Violento palpitar el más oscuro
se queda en mi pecado más cobarde,
volviendo a mi sentir lo más impuro.

 

                             ¡¡QUERIENDO PÁJAROS EN TU PUERTO!!

Aquí te amo queriendo pájaros en tu puerto,
motivando el momento del deseo anhelado
que mueve a mi contento de amor desesperado,
amanecer de encuentro de tu mirar despierto.

Aquí te amo esperando el aromado huerto,
donde juega el hechizo de un beso enamorado
de volver a tu lado al abrazo esperado,
de seguir siendo el fuego en un silencio muerto.

La brisa vespertina la niebla de los pinos,
acompañan mis versos canciones del oriente,
que besan el paisaje el canto de los trinos.

Los prado que embriagados dibujan el poniente.
Resulta que es la tarde de un brebaje de vinos,
resulta que te quiero con mi calor ardiente.


​

 

DÓNDE CANTAN LOS PÁJAROS!!

Me iré donde cantan los pájaros,
donde el viento arremolina el cielo,
y me pondré mi vestido largo,
para girar como un Sufi
con su vestido blanco.

Y esperaré allí, a tu abrazo trémulo,
con tu mirada de naufrago,
en mis lánguidas tardes
como siempre he esperado
a tu beso tibio y enamorado.

Pero volveré, con magnolias blancas,
con espigas como un manto
para arropar tu soledad y tú llanto.

Voy a volver para engendrar en tu pupila,
un candil de versos y un pincel dorado
para pintar un árbol y dejar tú marca
de pintor que revolotea en mi canto.

Y si alguna vez no me escucharas
o no vieras mi danza,
buscaré en la escarcha de mi calle
esos pájaros cantando.

¡¡ESPIGAS FLORECIDAS"!!

 

Mi muerte de silencios fue amargura,
pusiste en tu mirada desvelada,
la angustia de perderme desolada,
sangrando la esperanza mí tortura.

Mi muerte no contempla sepultura.
La rosa va cruzando perfumada
una lágrima fértil derramada,
logrando que yo pierda la cordura.

Te nombran con sus voces en el viento
anhelos de la espiga florecida,
y vuelves temeroso, mi sustento.

Latido tembloroso en mi lamento.
Regrésame mi lámpara encendida.
¡Oh fruta embelesada con tu aliento!

¡¡ BUSCANDO LÁMPARAS !!

 

Buscando lámparas en el poniente
las luces moribunda de mis huesos,
hallé desnudos pasos en tu frente
naufragios de corolas y de besos.

Un pájaro dormía entre mis brazos
buscando el dulce arrullo de tus olas
¿ en dónde sepultaste mis pedazos,
anbriagando mia dulces caracolas?

Trisaste la esperanza donde muero
en el huerto marchito abandonado.
No quiero tu palabra sin esmero,

donde muere la tarde en el tejado.
Sujeta mi cintura ya, viajero,
y bríndame tu beso envenenado.

¡¡ EN LA PENUMBRA !!

 

En la penumbra

Te sueño entre la bruma
te pienso a cada instante
cada tarde en la penumbra
te quiero.

Te añoro entre las nube
con el sol quemándonos
tan cerca te siento
pero tan cerca
que apenas respiro.

Yo te recuerdo en la penumbra
con las voces de un embrujo
sin contar el tiempo
que atraviesa los encantos
cuando me veo en tus pupilas.

Me ronda la nostalgia
me pierdo si te pierdo
me enmaraño en los recuerdo
y no entiendo el por qué
olvido que al amamos
nos sentimos eternos.

¡¡ PASIÓN!!

 

De pronto te descubro silencioso
felina tu mirada en mi mirada
el puro soplo de un aliento blando
y siento mi alma muy dentro de tu alma.

Te veo en la penumbra y te sueño
amándonos trenzados

El mundo como vientre nos engendra
nos desnuda el alma enamorada
nos apacigua generosa la luna
y la tierra voluptuosa se estremece
porque habitas mi corazón donde eres latido
y en mi alma eres el cielo y la tierra iluminada.

Apréndeme, desnuda de pesares y de lágrimas
que yo percibiré tu presencia en la distancia
como en un templo se adora la divina esencia
sin verla ni tocarla,
así estas en mí, como la eternidad misma.

¡¡Y MUERO EN CADA BESO CONDENADA!!

 Mostrando tu semblante de aventura

llegaste peregrino en primavera,
dejando cual guirnaldas a mi vera,
un poco de tu lánguida espesura.

Trajiste tempestades y locura
tramando una tormenta lisonjera,
te di mi juventud por vez primera
rozando con tus manos mi alma pura.

La luna me apasigua generosa
brindándote mi boca enamorada;
mi boca que lastimas, voluptuosa,

desangra mi pecado en la almohada,
con lágrimas de sangre luminosa,
y muero en cada beso condenada.

¡¡LLAMADA DE AMOR!!

 

Amado amante, soy tu enamorada,
tu amor el más prohibido, en tu existencia.
Amado amor, quisiera tu presencia,
dejarte mi ternura en la mirada.

La espiga de mi espalda está templada,
tu lecho me acorrala con urgencia,
mi boca enamorada y su insistencia,
te llama con su fuego en la almohada.

Son guirnaldas de flores mis plegarias
escucha mi llamada, mi pecado
escucha mis llamadas solitarias.

No dejes que el olvido enajenado
invada nuestras ansias luminarias,
ni mi beso de amor desesperado.​