domingo, 30 de julio de 2023
¡¡SOY TU PECADO!!
Dulce como la miel, tus labios en mi piel
soy tu pecado y tu miedo más cobarde
y soy el clavel que mora en tu boca
sublime beso en mi cálida tarde.
Eres mi risa, mi roja sandía
la devoción que en mi provocas.
Soy el verano donde lleno mi aliento
de un bello dulzor
soy ese calor que emana del sol
soy tu dulce ilusión.
Besadme con pasión
*pecado de mis labios
que culpa reprocháis
devolvedme mi pecado.
Tú bebes el néctar de mis labios
del rocío la flor
que se quema en tu fuego
y arde la flama del amor.
Soy la luz que se filtra en tu ventana
y soy la sombra donde te oculta
porque soy tu pecado y tu miedo más cobarde
y si mi nombre, el que callas
es tu oscuro silencio,
soy ese remolino que te atrapa
y te envuelve en su tormenta
en ese vendaval turbulento y celoso
con este fuego que nos quema.
Besadme con pasión
*pecado de mis labios
que culpa reprocháis
devolvedme mi pecado.-
Nuestros corazones
y nuestras almas
se funden divinamente
en un beso de amor.-
Moraleja: donde hay verdadero amor no existe el pecado.
* Tres versos extraído de la película
Shakespeare Enamorado.
sábado, 29 de julio de 2023
¡¡ ME
VUELVEN VULNERABLES LAS ESTRELLAS!!
Amar es
condición de estar presente
es darse por
entera desde el alma
virtuosa
sensación que al dar se siente
entrega del
amor que da la calma.
Saber que
siempre esperas mi quimera
destino
inexplicable y diferente
decirte con
pasión lo que quisiera
que un beso
me desarma dulcemente.
Me vuelven
vulnerable las estrellas
seduce tu
cantar a mi almohada
me dejas en
la piel doradas huellas
te dejo yo
la miel enamorada.
lunes, 24 de julio de 2023
¡¡Los espacios intermedio!!
En medio de la penumbra
fui semilla en la húmeda tierra
y brotó junto con mi alma
una tímida flor
que esparció su aroma.
Y en los espacios intermedios
entre la espera a florecer en ramas
como luciérnagas
un dejo de ternura se me escapa
porque es bello comprender
este lenguaje de aguas
pleno, sabio y trascendente
lo que proviene del alma.
En medio de esa penumbra
el amor fluía como un trazo
recordándome la fuerza
del universo y de nubes blancas.
En medio de la penumbra
he sido semilla
he sido rama y flor
en el útero del Ser
y he crecido para ser el árbol
que te cobija.
Entonces, ¿quién soy?
si el amor fluye conmigo
si el amor late en mis venas
mientras pienso y escribo.
Entonces ¿quién soy?
a qué he venido,
porque quiero dar
lo que he recibido,
compartir, abrir las manos
acariciar con mis dedos
las vertientes del olvido.
Hoy comprendo estos espacios
los intermedios de la vida
la energía que es amor
el amor que da alegría.
El amor que cura las heridas
que fluye del alma eterna
y allí ya no es sombría.-
¡¡LATIDO!!
¡Oh! mañanas azules
del ramaje,
despiertas mis
caminos mis senderos
fuerte estallido,
selva de veleros,
llevándote mi brote
más salvaje,
rompiendo de los
puertos su follaje
sencillo cavilar de
los jilgueros.
Parece que volaron
los guerreros
de labios
florecientes, mi paisaje.
Verano fatigoso y
florecido
la guerra de tus
besos y mi boca
impongo mis
verdades y decido,
quimera que me
ampara cuando loca
me brindo
ardientemente a tu latido.
domingo, 23 de julio de 2023
¡¡PROHIBIDA!!
Serás mi luz mi lámpara
encendida.
Mi parte más endeble, mi
pecado
soberbio cavilar que me ha
tocado.
Quisiera para siempre ser
prohibida,
la fruta que madura en tu
mordida,
resbala entre tu beso
enamorado.
Serás aquél que abraza mi
costado
tu amante en la penumbra
pero erguida,
como el cisne se yergue,
para verte
su orgullo y su conjuro el
de tenerte
Que importa ser tu piel lo
que me llega.
El beso demorado me sosiega
Que importa ser la miel para
beberte
Soy lo que siempre he sido
tu labriega.
martes, 18 de julio de 2023
¡¡NOCHE DE AMOR!!
Hubo un tiempo de luz en mi horizonte,
de humedad y el beso en mi almohada
un septiembre febril en nuestras bocas
y un abril tembloroso por el prado.
Hubo un tiempo de glorias por el monte
del Parnaso, el amor en la mirada.
Fuiste mi primavera como pocas
y en tu abril fuimos verbo conjugado.
Me llevaste al Olimpo, tu morada
fui tu diosa indecisa de la luna,
de la luna Artemisa enamorada.
Pisamos las arenas de una duna,
llevándome en tus brazos eclipsada
fue una noche de amor como ninguna.
lunes, 17 de julio de 2023
¡¡ME
PUSE COLORADA!!
Yo
tenía quince años
él
tenía dieciséis
nos
veíamos en la esquina
de
mi casa.
Los
dos en bicicleta
yo
temblaba
como una hoja de papel .
Después
él
me tomó del brazo
y
me descubrió
me
puse colorada
lo
miré como nunca
y
temerosa me fui.
Él
se hizo granadero
de
aquellos que custodian
la
casa de gobierno
en
mi país.
Me
escribió una carta
que
nunca esperé
me
puse colorada de nuevo
porque
nadie me enseñó
cómo
ser mujer
o
una chica enamorada.
Luego
volvió
lo
recuerdo muy bien
estaba
en la casa de su tía
Su
tía me llamó con la mano
el
brazo extendido agitándose
y
me puse colorada otra vez.
Nunca
me besó lo juro
yo
…no supe ser mujer
nadie
me enseñó lo juro
y
hoy es un dulce recuerdo
que
de repente en este día
este
día ingrato quiso florecer.
viernes, 14 de julio de 2023
¡¡PROHIBIDA!!
Serás mi luz mi lámpara encendida.
Mi parte más endeble, mi pecado
soberbio cavilar que me ha tocado.
Quisiera para siempre ser prohibida,
la fruta que madura en tu mordida,
resbala entre tu beso enamorado.
Serás aquél que abraza mi costado
tu amante en la penumbra pero erguida,
como el cisne se yergue, para verte
su orgullo y su conjuro el de tenerte
Qué importa ser tu piel lo que me llega.
El beso demorado me sosiega
Qué importa ser la miel para beberte
Soy lo que siempre he sido tu labriega.
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martes, 11 de julio de 2023
¡¡UNA DE MIS PARTES!!
Todos nacemos puros
e inocentes.
El mundo empieza a
borronear lo que traemos.
Pero aquellos que
nacemos con la sangre alegre
dejamos una huella
indeleble.
Esto no va a
ser un poema, sino unas de mis partes
que podría ser
parecida a la de otra, hombre o mujer,
una parte mía, muy
mía que les voy a contar.
Podría llamarla, yo
tuve una segunda infancia,
o las marcas del
ayer.
Pero aún no
lo decido.
En mi segunda
infancia aprendí a aferrarme al dolor
y desparramé en
palabras rotas, las llagas negras
en la pared de mis
recuerdos, eso es lo que hice edité
la amargura y le di
paso a esa sangre alborotada
como la incipiente
primavera.
Siempre he
aparecido en mis letras como la niña
con la mirada
triste, que se escondía detrás de la puerta.
Pero no mostraba mi
otra parte, ese musgo del árbol
en quién me iba
convirtiendo.
Literalmente era
algo muy familiar para el árbol porque
siempre estaba
trepada subiendo como una hormiga
de sus ramas.
Me costó un poco
abandonar las escenas que me marcaron.
Y no fui yo quien
borró esa nube dolorosa de esa caja que cerré para siempre.
Fueron los juegos
infantiles cuando empecé a trepar la vida a mis seis años.
Incipiente me abrí
camino en el vuelo de la hamaca, precoz en los juego de los varones.
¿ Qué podía hacer
una niña con dos hermanos?
Mi papá se iba
temprano, mi abuela se cansaba de nosotros, tres chiflados de 6, 8 y de 10
añitos.
Salíamos a la
calle, yo a medio arreglar y mis dos hermanos descuidados un poco, eso no nos
importaba,
estábamos esperando
a lo que hoy se podría llamar pandilla, pero muy diferente, ¡¡salvando las
distancias!!
Los zapateros, eran
unos niños rubios de ojos azules y desplanchados, eran hijos de un señor muy delgado
era polaco, de
profesión zapatero, así es que eran unos cinco zapateritos, nunca juntos,
venían de a dos,
nosotros los de la
casa de las palmeras, con escaleras al frente, marchábamos hacia la
esquina.
¿Había un
líder? no lo recuerdo; éramos un manojo de sueños empujados por el viento de la
inocencia,
Anita una de los
zapateros y yo, el resto varones. No recuerdo quien decidía nada, Ana y yo
siempre estábamos en el suelo.
En ese grupo
había sub-grupos.
Alguna mano perdida
encontraba un simple palo y ya era la flecha de Cupido, bueno no tanto, una
simple flecha
y las cosas se
daban de manera natural, empezaba una correteada, los más chicos atrás.
Siempre en nuestra
vereda la de los tessios, es mi apellido con minúscula, nadie nos daba permiso,
nosotros tres sin mi abuela y sin mi padre para nada nos sentíamos
abandonados, vendrían seguro a las tres horas.
Rodeábamos mi
casa hacia el fondo, un gran patio que lindaba con mi vecino,
a quien lo encontré de grande ( esa es otra historia), pequeñas montañas de
aserrín frente a un puñado de niños con flechas en sus manos, adivinen el juego
: eran gigantes indios,
seguramente
esas ideas salían de esas revistitas de la época, no creo que hayan sido el de
los libros o sí ¿por qué nó?.
Nosotras las niñas
en las hamacas, los niños maquinando en sus cabecitas, preguntaron con la
manito haciendo de altavoz, ¿quieren venir a jugar?................ nos
apresaban, mis hermanos con mucho cuidado, y los zapateros a mi amiga Anita.
Éramos las
prisioneras. Ese juego de correr y pelearse con los palos, nunca vimos
sangre pero Ana y yo nos desatábamos duraba un montón, terminaba cuando un
papá venia a gritarnos para ir a comer.
Eso cuando había
sol y no estaba mi abuela, mi padre siempre en el monte.
Contaré un poquito
de lo que ocurría en los días de lluvias.
Todos en las
escaleras del consulado, o congreso donde los más grandes hablaban, yo, ni la
menor idea, Ana se probaba mi ropa.
El más audaz dejaba
que la lluvia lo mojara, y muy progresivamente los demás se iban sumando al
borde de la vereda, nosotras
queríamos y no y
así estábamos, que si que no, luego nos íbamos acercando, nosotras al
patios hacíamos tortitas con el barro, hacíamos bolitas, en fin,
hasta ñoquis, debajo de las chorrientas hojas, los varones se juntaban y se
pintaban la cara con el barro.
Después, no
recuerdo mucho, estos son mis recuerdos pero me los contaban mis
hermanos, los juegos eran presenciales.
Si recuerdo
aprender a andar en bici, la de mi padre, de hombre, primero (yo ya no me
juntaba), mis manos en los manubrios y con un pie en el pedal y el otro para
empujar. Me caí unas millonadas de veces, las marcas de ese entrenamiento no se
borrarán jamás.
Después, las dos
manos ya les dije, una pierna con el pie incluido buscando el pedal derecho y
así me caí otras millonadas de veces.
Dos hermanos en el
cole y yo sola con mi abuela, Ana no sé, seguro en otra escuela, aprendí lo
imposible.
Y me llegó el
momento y tuve mi bici, con canastito, un timbre, un porta equipaje, pero no me
gustaba andar por ahí con mis preciadas muñecas, porque yo no andaba sola,
teníamos dos perros, Yiyo y Rita con mayúscula.