Faroles no me alumbran en la arena
madreselva esculpida entre mi pecho
se trepa por el cuerpo, me envenena
y vivo con espinas en mi lecho.
Me gusta ser la roja enredadera
envuelta en los aromas de los prados
resurjo como pálpito a tu vera
soy pájaro de vuelos enlazados.
En la cascada verde del olvido
y en medio de mis ramas coloridas
ya no soy la paloma de tu nido
soy del árbol sus hojas florecidas.
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