lunes, 2 de enero de 2017

¡¡El año que se va.!!

En él, floreció en mí
la musa
como un regalo de la vida
entretejio mis recovecos
con alas de un Pegaso
iluminado
llevándome a paraísos
nunca vistos.

En él, me acompañaron siempre
el caldero y mis fresias
pero mis conjuros de celta
jamás lo usaron.

Volé entonces porque despertaba
en emociones, sensaciones
y una fantasía de amor
cobró vida en mi alma adormecida.

Entonces se apoderó de mi pluma
se deslizó en renglones enamorados
turbándome los sentidos
volviéndome la mujer de pies descalzos
y mi piel se impregno de ilusiones
y mi versos se esparcían
por los mares
los río y las cumbres.

En este año que se va
quiero pedir al universo
un surco que atraviese
al que viene y continuar
dependiendo de esta musa
que quiere ser viento
que quiere ser mar
que quiere se arena
que quiere volar.

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