En un camino de zarzas, en un camino de moras,
cipreses y abedules, manzanos y naranjales
quiero recostar mis silencios y mis ansiedades.
Mientras la luna me presta su brillo
y me escondo tras las nubes
para vislumbrar a lo lejos
unos ojos azules
me quedo suspendida en el aire.
A veces no se mirar mas que el bosque
y la mirada se pierde lo que hay detrás
de tanta arboleda.
Sé que hay maizales y girasoles
abejas y ruiseñores
sé que aún hay poemas
que se quedan en mi reverso.
Pero hoy solo tengo este silencio
de cipreses y abedules
los duendes y las hadas me acompañan
porque ya empezó noviembre.-
viernes, 3 de noviembre de 2017
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