A la vera del destino
cobijada por las hadas
y de los vientos el suspiro
me sorprende la pluma
y te escribo.
¿Qué es lo que nos unes?
Jamás el olvido,
porque hay brisa en mi camino,
y ternura en tu rose masculino.
A la vera del camino,
se entrecruzan perlas
que fluyen de mi abismo,
y tus cadenas que me curan
en un beso parisino.-
Góndolas nos transportan
a un sueño dorado y florentino.
y las hadas siguen el juego celestino,
y me abrazas bajo un árbol florecido.-
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