¡¡ DALIA NEGRA!!

Es verdad, no tuve tus hijos en mis entrañas,
ni un beso desangrándose en mi boca,
ni siquiera tu voz en mis oídos;
en cambio me has dejado la pena
y una dalia negra que me araña.

Jamás las caracolas me anunciaron tu llegada
fue un invento de mi alma enamorada
fuiste un marino que he dibujado
a partir de que orillas en mareas.

Fuiste un árbol que creció en mi verde pradera
al que llené de flores errantes en primavera
mis caudales surgían de los ríos de mi tierra
mis vientos se enredaron de ilusiones
y te amé de mil formas y maneras.

Siempre regresas, siempre lo haces
pero para ser sincera
ya no te siento necesario,
porque me has quebrado la risa,
apagando…
apagando, mis hogueras.