Las rosas de noviembre en mis jardines,
aroman el paisaje y es belleza
cómo huelen dulcemente los jazmines.
Me vuelvo prado, en el mirar pureza.
Son sonoras las flores cual violines
me calman y armonizan la cabeza
que apoyo tiernamente en mis cojines.
Yo quiero proteger tanta rareza.
¡Oh Noviembre!Me abarca la ternura
y revuelo en el cielo cual paloma,
que me vuelvo agua de lluvia y dulzura.
¡Oh cielos! que eternizan el aroma
de floridas praderas, su hermosura
en llanuras, colinas y en la loma.
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