El susurro del viento
me trae su consuelo memorablees plegaria un lamento
consuelo inexorable,
acuna el desconsuelo siendo amable.
Llega la primavera
a quedarse enredada en mi ventana,
trepando la ladera
mi ladera serrana,
latiendo mi energía de italiana.
Comienza un nuevo día
y los campos me traen su frescura
Y siento mi alegría
sintiendo la dulzura
sabiendo que se aleja la amargura.
La tarde en este enero,
donde el viento del norte es atrapante
tal vez como en febrero,
el sol sea quemante,
espejo de mi piel de sol radiante.
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