¡¡INSENSATEZ!! II
Me quemaste en tu fuego
lentamente
y fue la insensatez, fatal entrega,
de mi alma enamorada y floreciente,
buscando entre mis manos de labriega
tu morada de tierra permanente.
Creí con inocencia estando ciega,
que te amaba insensata y locamente
con mi alma ilusionada que hoy te niega.
Será que ya no encuentro en tu mirada
el rocío mojando mis sentidos.
No quiero tu mirar donde no hay nada.
Será entonces la tarde deshojada,
el árbol marchitado y sin latidos,
final de esta canción desesperada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario