¡¡ LAS MUJERES QUE
ME HABITAN!!
No te vayas, fui tu
hija
mientras nuestras
manos se entrelazaban
paseábamos y yo en
ti confiaba
y mis ensueños en
ti tiernamente reposaban.
No te vayas, soy tu
madre
mientras tus manos
apretaba
nunca quise que te
fueras
de mis entrañas,
pero te deje ir a
tierras lejanas.
Y aunque te fuiste
y echaste raíces
tu sabes que en mi,
esta tu morada.
No te vayas, fui tu
hermana
mientras nuestras
manos se juntaban,
el tiempo
desprolijo tropezó en nuestro juego,
y te perdiste entre
las nubes de un cielo sin final,
pero sigues estando
entre mis empolvados recuerdos.
No te vayas, fui tu
nieta, la pequeña
quien contigo de la
mano tomada,
hacíamos un
recorrido
por las veredas del
alma,
aún te veo entre la niebla
con tu manos
amantes de la tierra.
Hoy, en esta adultez de manos llanas
me toma de las manos
el ángel de la guarda,
el que guía mi solitario camino
el que se anuncia con campanas.
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