PRÓLOGO
Hay libros que son como una brisa suave
que acaricia el rostro, otros son como un vendaval que sacude todo a su paso. Este
libro de poemas pertenece a la segunda categoría. Es un vendaval poético que no
te dejará indiferente.
En cada poema, el autor , en este caso
mi madre, ha creado un universo de emociones y sentimientos que te atrapan y te
arrastran a un mundo mágico donde lo imposible es posible y lo improbable es
real. Sus poemas son como luceros
que se posan en el papel para iluminar la noche oscura del alma.
Este libro es un viaje emocional a
través de los laberintos del corazón humano. En él encontrarás el amor y el
desamor, la pasión y la tristeza, la alegría y la melancolía. Todo está tejido
con una maestría solo los poetas poseen.
Mi madre ha sabido crear un mundo
propio, una realidad paralela que se cuela en los intersticios de nuestra
existencia. Sus poemas son como un espejo que refleja nuestra propia alma, con
todas sus luces y sombras, y nos muestra que, al final del camino, todos somos
iguales.
Esto lo ha escrito mi hijo Federico,
pero debo decirles con mis propias palabras quien soy.
Nací en el Norte de Argentina, mi
infancia no ha sido la mejor, mi madre se fue a otro plano cuando
Yo tenía 4 años. Y mi padre era un
romántico, de el heredé muchas cosas, el gusto por la música clásica y la
poesía.
Mi poesía abarca todos esos aspecto.
Mi estilo clásico empezó en el 1999,
así es que parte de mis vivencias son amorosas, tristes y melancólicas.
Espero les guste.
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